ASINEM considera ‘inviable’ protegerse de contagios en una obra
Los instaladores de Balears denuncian que se ven obligados a trabajar en las obras de construcción pese a que “es inviable seguir las medidas de seguridad acordadas para evitar contagios”, y reclaman que las empresas del sector puedan cerrar beneficiándose de las ayudas que ofrece el Gobierno.
“Se está jugando con la salud de los profesionales y de sus familias”, subraya Neus Sastre, vicepresidenta de la Asociación de Instaladores Empresarios de Balears (ASINEM). “Nos dicen que podemos seguir trabajando, pero siguiendo unas medidas de seguridad inviables como mantenerse a dos metros, no compartir herramientas o no llevarse la mano a la cara. Quien trabaja en una obra sabe que cumplir eso al pie de la letra es muy difícil”, lamenta Sastre.
El Govern y el sector pactaron el lunes una orden para que los trabajadores de la construcción extremen la seguridad en las obras. El documento incluye la obligatoriedad de mantener una distancia de dos metros, comer por turnos, restringir al máximo su presencia en la vía pública y hacer jornada continua.
“No está garantizada nuestra seguridad”, insiste Sastre. “No podemos trabajar con equipos de protección individual y tampoco no nos los van a dar nosotros porque escasean. Y la decisión de llevar o no mascarilla corresponde al director de la obra. Es decir, nos obligan a seguir trabajando porque la construcción sigue con su actividad, pero sin ninguna cobertura”, añade.
ASINEM, que agrupa a seiscientas empresas de las islas, reclama que los instaladores puedan cerrar sus empresas acogiéndose a las ayudas laborales que tienen otros sectores como la posibilidad de tramitar un ERTE.
“Muchos instaladores ya no están trabajando porque el 75% de nuestros clientes son restaurantes y hoteles. Pero nos dicen que tampoco podemos cerrar por causas de fuerza mayor. Y quienes tienen clientes no pueden negarse a trabajar porque habitualmente hay unas fechas pactadas para hacer una instalación y si superas un plazo tienes que pagar una penalización“, detalla la vicepresidenta de ASINEM.
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